Ataques en entornos de investigación: Cómo proteger laboratorios conectados frente a APTs

De Eduard Bardají

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En la última década, los entornos de investigación científica y tecnológica se han convertido en objetivos prioritarios para actores de amenazas avanzadas. Los laboratorios conectados, con grandes volúmenes de datos sensibles, infraestructura crítica y dispositivos IoT, representan un blanco atractivo para los APT (Advanced Persistent Threats).

En este artículo, el equipo de ESED, especialistas en ciberseguridad avanzada, explicamos en profundidad cómo operan las APTs en contextos de I+D, cuáles son los riesgos más críticos, y qué estrategias deben adoptarse para proteger estos entornos.

¿Por qué los laboratorios de investigación son objetivos de alto valor?

Por un lado gracias a la información crítica y datos confidenciales que manejan y por el otro, por su infraestructura compleja y heterogénea. 

Los resultados de investigaciones científicas inéditas, los proyectos financiados por gobiernos y entidades estratégicas, prototipos de tecnología avanzada o propiedad intelectual con valor comercial son atractivos para los ciberdelincuentes para sacar rendimiento económico, su principal objetivo. 

Para ello, intentan explotar los avances tecnológicos y herramientas implantadas en el laboratorio para utilizarlas como puerta de entrada a los sistemas e infraestructuras informáticas. Algún ejemplo: equipos de análisis científico conectados a redes internas, dispositivos IoT o estaciones de trabajo con acceso a datos críticos. 

La explotación de las vulnerabilidades y puntos débiles (lo que se conoce como brechas de seguridad) de estas infraestructuras y herramientas son las que pueden provocar la entrada de malware en el sistema del laboratorio y el robo de información confidencial. 

Nueva llamada a la acción

¿Qué es una APT y cómo afecta a un entorno de I+D?

Una APT (Advanced Persistent Threat, o Amenaza Persistente Avanzada) es un tipo de ataque cibernético sofisticado, dirigido y sostenido en el tiempo. A diferencia de los ataques masivos y automatizados, una APT no busca resultados inmediatos, sino que se infiltra discretamente en un entorno con el objetivo de mantenerse oculta el mayor tiempo posible, recopilando información valiosa o manipulando sistemas estratégicos.

Algunas de sus características son: 

  • Avanzada: Utiliza técnicas complejas, exploits de día cero, malware personalizado, e incluso ingeniería social.

  • Persistente: Mantiene acceso prolongado a los sistemas, a menudo durante meses, gracias a puertas traseras (backdoors) y técnicas de evasión.

  • Dirigida: Se orienta a objetivos muy específicos, como universidades, centros de investigación, empresas de alta tecnología o entidades gubernamentales.

¿Cómo afectan las APT a los entornos de investigación y desarrollo (I+D)?

Los entornos de I+D, como laboratorios universitarios, centros de investigación médica, instalaciones aeroespaciales o tecnológicas, son especialmente atractivos para los grupos APT por varias razones:

Robo de propiedad intelectual

Uno de los objetivos principales es la exfiltración de resultados de investigación, diseños técnicos, patentes en desarrollo y algoritmos innovadores. Esta información puede tener un valor incalculable para gobiernos extranjeros o competidores industriales.

Compromiso de la integridad científica

Alterar o manipular datos de experimentos puede sabotear avances críticos, desde ensayos clínicos hasta pruebas de materiales. Esto puede tener implicaciones éticas, legales y comerciales muy graves.

Espionaje institucional

Muchas APT tienen respaldo estatal y buscan obtener información estratégica o política, como líneas de financiación de proyectos, colaboraciones internacionales o tecnologías duales con uso civil y militar.

Interrupción operativa

Aunque no siempre es su propósito inicial, una APT mal gestionada puede terminar provocando interrupciones en la operación de equipos científicos, pérdida de acceso a datos experimentales o corrupción de entornos virtuales de simulación.

Ejemplos reales

  • APT41 ha estado vinculado a ataques contra universidades tecnológicas y centros de biotecnología.

  • Charming Kitten y APT33, asociados a ataques a investigaciones médicas durante la pandemia de COVID-19.

  • Winnti Group, relacionado con infiltraciones en organizaciones de investigación de software e ingeniería industrial.

¿Por qué las APT son difíciles de detectar en entornos de I+D?

Detectar una APT (Amenaza Persistente Avanzada) en un entorno de investigación y desarrollo (I+D) es un reto técnico y operativo. Estos entornos presentan características únicas que, sin los controles adecuados, facilitan el movimiento lateral del atacante, la exfiltración de datos y la persistencia prolongada sin ser detectado.

Muchos dispositivos en laboratorios conectados utilizan sistemas operativos personalizados o desactualizados, sin posibilidad de actualizar o instalar soluciones de seguridad estándar. Esto deja huecos invisibles para herramientas de protección tradicionales.

Además, la coexistencia de sistemas modernos con servidores antiguos, hardware industrial o entornos virtualizados desactualizados crea islas tecnológicas vulnerables, difíciles de monitorizar de forma uniforme.

En muchos entornos I+D, las redes administrativas, científicas y de acceso público comparten infraestructura. Esto permite que un atacante que comprometa un endpoint no crítico pueda moverse lateralmente hasta zonas altamente sensibles, sin restricciones ni alertas.

Además, la superficie de ataque se expande con los archivos y herramientas de uso compartido. Los investigadores comparten archivos, abren sus dispositivos a herramientas externas y utilizan servicios en la nube para avanzar más rápido, lo que genera más probabilidades de ataque. Los investigadores suelen priorizar la productividad sobre la seguridad. Pueden caer en campañas de phishing sofisticadas o instalar software sin verificar su procedencia.

Las APTs no generan comportamientos ruidosos ni bloqueos evidentes. Usan comunicaciones cifradas, malware fileless, explotación de procesos legítimos, y herramientas administrativas nativas (como PowerShell o WMI) para camuflarse como parte del entorno.

Incluso si se reinicia un sistema o se reconfigura una red, las APTs suelen mantener múltiples vías de entrada: puertas traseras, accesos remotos y credenciales comprometidas que sobreviven a las acciones de mitigación iniciales.

Fases comunes de un ataque APT en laboratorios conectados

Los ataques de tipo APT (Advanced Persistent Threat) se caracterizan por su enfoque metódico, silencioso y progresivo. Su principal objetivo no es causar daño inmediato, sino permanecer ocultos, recolectar información sensible y comprometer infraestructuras críticas a lo largo del tiempo. A continuación, se describen las fases más comunes en una campaña APT dirigida a laboratorios de investigación conectados.

1. Reconocimiento: Mapeo del entorno científico

En esta fase inicial, los atacantes recopilan información detallada sobre el entorno objetivo. Pueden usar fuentes abiertas (OSINT) o herramientas de escaneo avanzadas para identificar:

  • Endpoints expuestos a Internet sin medidas de seguridad adecuadas

  • Credenciales filtradas en repositorios, foros o brechas previas

  • VPNs mal configuradas o sin autenticación multifactor

  • Dominios y subdominios institucionales vulnerables

El reconocimiento puede durar semanas, ya que los atacantes buscan entender a fondo la infraestructura antes de lanzar un ataque activo.

2. Infiltración inicial: Punto de entrada al entorno I+D

El acceso inicial suele lograrse mediante técnicas silenciosas y dirigidas, entre ellas:

  • Phishing altamente dirigido (spear phishing) hacia investigadores o técnicos clave, usando correos falsos que imitan convocatorias científicas, colaboraciones internacionales o publicaciones académicas.

  • Explotación de vulnerabilidades en equipos de laboratorio, como espectrómetros, microscopios electrónicos u otros dispositivos IoT con sistemas operativos obsoletos o sin parches.

  • Acceso remoto con credenciales comprometidas, obtenidas en filtraciones previas o mediante ataques de fuerza bruta a servicios RDP, SSH o aplicaciones web internas.

Una vez conseguido el acceso, el atacante establece un primer punto de apoyo (foothold) dentro del sistema.

3. Movimientos laterales: Expansión controlada en la red

Desde el punto de entrada inicial, el atacante se desplaza lateralmente a través de la red interna, utilizando herramientas legítimas del sistema para evitar ser detectado:

  • Escalada de privilegios para obtener acceso de administrador

  • Enumeración de redes internas y recursos compartidos

  • Acceso a servidores de archivos, estaciones de trabajo y sistemas de gestión de datos experimentales

  • Compromiso de sistemas que almacenan propiedad intelectual, código fuente o resultados de investigación

El objetivo aquí es ganar control y persistencia en los sistemas más críticos sin activar alertas de seguridad.

4. Exfiltración de datos: Robo silencioso de información

Una vez identificado el contenido de valor, los atacantes inician la fase de extracción de datos. Las técnicas comunes incluyen:

  • Compresión y cifrado de grandes volúmenes de datos científicos (ej. resultados de simulaciones, datasets biomédicos, diseños de ingeniería)

  • Uso de canales cifrados o servicios cloud legítimos (como Dropbox o Google Drive) para evadir sistemas de detección

  • Túneles de comunicación encubiertos, como DNS tunneling o HTTPS disfrazado de tráfico académico normal

Muchas APT logran robar información durante meses sin ser detectadas, afectando la competitividad y la propiedad intelectual de las instituciones atacadas.

5. Persistencia: Mantenimiento del control a largo plazo

La fase final busca asegurar que, incluso si se detecta parte de la intrusión, el atacante pueda regresar o mantener el acceso:

  • Instalación de backdoors personalizados o rootkits

  • Creación de cuentas ocultas o tareas programadas maliciosas

  • Uso de software legítimo como TeamViewer, AnyDesk o PowerShell para reconexiones encubiertas

  • Control distribuido: acceso desde múltiples vectores para no depender de un solo punto de entrada

Esta persistencia convierte a una APT en una amenaza continua, capaz de adaptarse y resistir esfuerzos de remediación estándar.

Cómo proteger laboratorios conectados frente a APTs

Los entornos de investigación y desarrollo (I+D) conectados, como laboratorios universitarios, centros tecnológicos y espacios de innovación científica, son objetivos prioritarios para grupos APT por el valor estratégico de la información que manejan.

Para enfrentar estas amenazas avanzadas, no basta con soluciones tradicionales de ciberseguridad. Se requiere una estrategia adaptada al entorno, con tecnología de detección contextual, buenas prácticas operativas y visibilidad completa del ecosistema digital.

A continuación, se presentan las medidas clave para proteger laboratorios conectados frente a APTs:

Segmentación de red y control de accesos

Una red plana y abierta es ideal para un atacante. Por ello:

Implementa microsegmentación

  • Aísla los equipos científicos del tráfico corporativo y de Internet.

  • Usa VLANs, firewalls internos y listas de control de acceso (ACL).

Control de acceso basado en roles (RBAC)

  • Define quién puede acceder a qué recursos.

  • Minimiza los privilegios administrativos.

MFA obligatorio

  • Aplica autenticación multifactor para todos los accesos remotos, VPN y servicios críticos.

2. Supervisión continua y detección basada en comportamiento

Sistemas de detección avanzada (EDR/XDR/UEBA)

  • Detecta comportamientos anómalos (como ejecución de scripts sospechosos, movimientos laterales o escaladas de privilegios).

  • Soluciones como EDR o UEBA permiten identificar patrones de actividad APT incluso si el malware es desconocido.

SIEM con contexto científico

  • Integra eventos de seguridad, logs de laboratorio, tráfico de red y eventos administrativos.

  • El contexto es clave para distinguir actividad legítima de actividad maliciosa.

Supervisión de dispositivos científicos

  • Monitorea específicamente el tráfico y comportamiento de equipos de laboratorio (microscopios, estaciones de adquisición, etc.), que pueden ser vectores de ataque no tradicionales.

3. Gestión de vulnerabilidades y parches

Inventario detallado de activos

  • Conoce todos los sistemas conectados al laboratorio, incluso dispositivos embebidos o hardware experimental.

Aplicación regular de parches

  • Aplica actualizaciones de seguridad en equipos científicos siempre que sea posible.

  • Para sistemas que no se pueden actualizar, implementa controles compensatorios, como aislamiento o firewalls específicos.

Análisis de configuración segura

  • Audita la configuración de todos los dispositivos según estándares como CIS Benchmarks.

4. Fortalecimiento del factor humano

Formación específica en I+D

  • Capacita a investigadores, técnicos y personal de soporte en:

    • Reconocimiento de phishing dirigido.

    • Buenas prácticas en el uso de software externo.

    • Riesgos de compartir datos sin validación.

Cultura de seguridad integrada

  • Promueve una cultura donde la seguridad no frena la innovación, sino que la protege.

5. Preparación para respuesta a incidentes

Plan de respuesta adaptado a entornos I+D

  • Desarrolla un protocolo que tenga en cuenta los tiempos críticos de los experimentos, la disponibilidad de datos y la infraestructura científica.

Simulaciones regulares

  • Ejecuta pruebas de intrusión controladas (red teaming) y simulacros de incidente para medir la capacidad de detección y contención frente a APTs.

Copias de seguridad inmutables

  • Mantén backups seguros, cifrados y desconectados temporalmente (air-gapped) que permitan recuperar datos experimentales si ocurre una exfiltración o sabotaje.

Recomendaciones clave de ESED para entornos de I+D

  1. Auditar el inventario tecnológico completo incluyendo equipos científicos conectados

  2. Evaluar regularmente vulnerabilidades y aplicar hardening adaptado

  3. Educar al personal científico en ciberseguridad aplicada a sus flujos de trabajo

  4. Desplegar soluciones específicas de detección y contención para APTs

  5. Colaborar con equipos especializados que entiendan tanto la ciencia como la seguridad

La investigación científica es un activo estratégico. Proteger los laboratorios conectados frente a amenazas persistentes avanzadas no solo es una cuestión de TI, sino de soberanía, competitividad y ética.

En ESED, combinamos conocimiento profundo en ciberseguridad avanzada con experiencia práctica en entornos altamente sensibles. Nuestra misión es ayudarte a mantener tu infraestructura de investigación segura, operativa y preparada ante cualquier tipo de amenaza.