Una consultoría informática y auditoría informática están relacionadas dentro de la tecnología informática, pero no significan lo mismo.
Estos dos términos a veces se confunden y no se termina de entender su significado o importancia. A lo largo de este artículo, vamos a hablar de en qué consisten y en qué se diferencian una consultoría y auditoría informática.
Cuando hablamos de consultoría nos referimos a proporcionar asesoramiento y orientación a una empresa u organización para mejorar sus sistemas informáticos, procesos y tecnologías.
Los consultores trabajan colaborativamente con una empresa para aportarles una visión externa del funcionamiento de sus departamentos y así, encontrar soluciones y metodologías de trabajo más eficientes y efectivas, implementando soluciones tecnológicas específicas para optimizar su actividad empresarial.
Una consultoría informática se hace con el objetivo de proporcionar soluciones, más bien estratégicas, para mejorar los desafíos y oportunidades que ofrece una infraestructura informática dentro de una organización. Los consultores se focalizan en implementar soluciones tecnológicas que faciliten el trabajo de los empleados y mejoren los procedimientos internos siempre enfocados en el ámbito de la tecnología.
Todo dependerá de las necesidades de la empresa. A diferencia de las auditorías informáticas, que es recomendable realizarlas periódicamente, las consultorías pueden ser puntuales o un servicio continuo.
Ejemplo:
En empresas donde la actividad empresarial sea muy cambiante, o se vea afectada por la introducción constante de nuevos proyectos, las consultorías tenderán a ser más periódicas que en otras empresas donde la actividad empresarial sea más continua y sin cambios drásticos.
Las auditorías informáticas sirven para evaluar, principalmente, el nivel de seguridad de un sistema informático. Es decir, cómo de protegido está ante amenazas cibernéticas.
Los auditores revisan y evalúan los controles internos, las políticas de seguridad y cómo de efectivas son las soluciones implementadas y si cumplen con las necesidades del sistema. De esta manera, se pueden proporcionar recomendaciones para mejorar los sistemas de ciberseguridad implementados.
A diferencia de una consultoría informática, las auditorías informáticas implican una revisión y evaluación más independiente y objetiva de los sistemas y procesos. Las auditorías son una tarea más técnica y específica, como por ejemplo, la de encontrar posibles brechas de seguridad en un sistema que puedan poner en riesgo la información y datos.
Las auditorías, a diferencia de las consultorías, son una solución técnica para evaluar la tecnología empleada en un sistema y cómo de efectiva es.
Por ejemplo, en ESED, antes de implementar alguna solución de ciberseguridad en un sistema, lo primero que hacemos es auditarlo para conocer su estado y encontrar fallos o errores que puedan suponer un problema para las soluciones a implementar.
Tal y como hemos comentado en párrafos anteriores, las auditorías informáticas son recomendables que se realicen periódicamente, puesto que la tecnología y el tipo de ciberataques es muy cambiante. Una solución que hace, por ejemplo, seis meses era 100% efectiva, puede ser que ahora ya no lo sea.
A modo de resumen, una consultoría informática se centra en asesorar y guiar a una empresa en la mejora de sus sistemas y procesos. En cambio, las auditorías informáticas se focalizan en evaluar la seguridad y eficacia de las soluciones de ciberseguridad implementadas, para garantizar su correcto funcionamiento.
En realidad, un consultor informático podría proponer una auditoría informática para mejorar los sistemas y procesos de una infraestructura informática, y un auditor informático, una vez realizada la auditoría, podría realizar de consultor informático, asesorando a la organización en base a la auditoría realizada. Ambas tareas pueden ser complementarias la una de la otra.