Ciberataques y videojuegos están más relacionados de lo que, a priori, puedas pensar. Las ventajas de los videojuegos son muchas. No solo son una forma de ocio, sino que se pueden utilizar como herramientas educativas.
Los videojuegos permiten experimentar, cometer errores en un entorno libre de peligros y desarrollar habilidades. Incluso pueden servir para fomentar hábitos seguros en los usuarios.
La otra cara de la moneda son los ciberataques a través de los videojuegos, que no dejan de crecer. Durante las semanas de confinamiento, aumentó exponencialmente el uso de videojuegos y, con ello, los ataques a sus usuarios.
En abril de este año, el número diario de intentos de ataques relacionados con videojuegos aumentó más de un 50% respecto a enero de 2020. Este dato pone de manifiesto la necesidad de fortalecer la ciberseguridad con soluciones específicas para estos entornos.
A pesar de que los usuarios están cada vez más concienciados con la seguridad online, los hackers no descansan. La mayoría de ataques a través de videojuegos no son muy sofisticados, se aprovechan en gran medida de la ingenuidad del consumidor, que sigue siendo propenso a hacer clic en enlaces fraudulentos.
En el entorno de los videojuegos, la ciberseguridad se tambalea cuando los usuarios buscan trucos, versiones piratas u otros atajos poco recomendables. Para estar a salvo de ciberataques en los videojuegos, conviene tener en cuenta las siguientes precauciones:
Huir de enlaces que prometan trucos fantásticos o accesos gratuitos a juegos de pago.
Emplear contraseñas seguras con autenticación de dos factores (2FA).
Utilizar un software de seguridad fiable.
No desactivar el antivirus mientras se juega.
Cada poco tiempo, se lanzan al mercado nuevos videojuegos de éxito que suman millones de usuarios en todo el mundo, y la tendencia a jugar online no para de crecer. Por este motivo, es tan importante prevenir los ciberataques.
Son varias las razones por las que los ciberdelincuentes han puesto su punto de mira en los videojuegos:
Los videojuegos son un producto destinado principalmente a un público joven, incluso menor de edad. Este target es más confiado, más impulsivo y tiene menos experiencia para valorar si puede estar antes una identidad ficticia o un fraude.
Los videojuegos online se conectan con otras plataformas y se parecen a las redes sociales. Los jugadores pueden subir fotos, personalizar su estado, compartir mensajes instantáneos, cargar vídeos e, incluso, hacer streaming. De esta forma, se abren muchas puertas vulnerables mientras se juega.
Muchos de estos juegos cuentan con medios de pago y guardan información personal, como datos bancarios y ubicaciones. Los servicios de pago de los videojuegos están expuestos a los mismos riesgos que el resto de compras online.
Los videojuegos mueven miles de millones de euros alrededor del mundo, por lo que es lógico que los ciberdelincuentes vean en ellos una oportunidad para robar.
Por todos estos motivos, es importante desarrollar e implementar soluciones de ciberseguridad especialmente preparadas para hacer frente a los hackers que buscan hacer negocio en entornos gamer.
La mayor parte de los ciberdelitos que todos conocemos tiene su versión gamer. El objetivo principal suele ser hacerse con los datos bancarios de los usuarios mediante diferentes argucias.
Entre los ciberataques más frecuentes, podemos encontrar:
Se produce cuando los ciberdelincuentes encuentran una vulnerabilidad en los servidores DNS. De esta forma, al atacante redirige un nombre de dominio hacia otra página web donde el usuario, sin saberlo, puede estar proporcionando información confidencial a un hacker.
Consiste en la suplantación de la identidad de una empresa para conseguir información confidencial de forma fraudulenta. Por lo general, el atacante se hace pasar por una empresa conocida para conseguir datos personales.
En este caso, el hacker ya tiene los datos del usuario y los utiliza para realizar compras o vaciar las cuentas bancarias.
La extorsión es una forma cada vez más frecuente de conseguir dinero de un usuario. Se puede producir bajo la amenaza de revelar información personal o mediante un ciberataque que inutiliza los dispositivos.
La finalidad de cualquier ciberataque relacionado con los videojuegos siempre es la misma: hacerse con el dinero de la víctima mediante robo, usurpación, amenazas, estafas o cualquier otra táctica.
La conclusión es clara: los videojuegos y la ciberseguridad están íntimamente relacionados por una cuestión puramente económica. El dinero online atrae a los ciberdelincuentes y los videojuegos ocupan el segundo puesto del gasto en ocio online, solo superado por las apuestas.
Las soluciones de seguridad convencionales no resultan útiles en los videojuegos por dos motivos:
En primer lugar, porque se basan en el protocolo TCP (el habitual en las estructuras cliente-servidor), mientras que las redes de juegos online suelen usar el protocolo UDP, menos fiable en cuanto a protección de datos sensibles.
En segundo lugar, está la cuestión de la latencia. Los sistemas de ciberseguridad convencionales funcionan con milisegundos de retraso en las transacciones. Esta fracción de tiempo es contraproducente para la experiencia de usuario de un videojuego.
Por tanto, la solución pasa por que las empresas expertas en ciberseguridad desarrollen herramientas específicas que garanticen un uso seguro de los videojuegos sin mermar la experiencia del jugador.
En ESED, desarrollamos soluciones de ciberseguridad y servicios IT para PYMES y grandes empresas. Si te preocupa la seguridad de los datos sensibles de tu negocio o si tienes alguna duda relacionada con este tema, puedes contactar con nosotros. Estaremos encantados de atenderte.