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Ciberseguridad industrial: Concepto y cómo implementarla

Escrito por Esteban Sardanyés | 21-mar-2024 7:45:57

Entendemos por ciberseguridad industrial aquella seguridad informática utilizada en entornos industriales como por ejemplo: plantas de producción, infraestructuras críticas y sistemas de control industrial. 

A pesar de que los avances y mejoras en el Internet de las cosas (IoT) o el perfeccionamiento de la Inteligencia Artificial, han permitido desarrollar soluciones de ciberseguridad mucho más efectivas, también han provocado que los ciberdelincuentes hayan encontrado una vía para perfeccionar sus ciberataques, cada vez más difíciles de detectar.

A raíz de lo comentado anteriormente, es de suma importancia apostar por soluciones de  ciberseguridad de última generación en la industria 4.0. De esta manera, proteger los datos e información sensible de la organización.

Consecuencias de no implementar soluciones de ciberseguridad en la industria 4.0

La falta de seguridad informática en una industria puede suponer: 

  • Interrupciones en la producción.

  • Daños en la reputación de la empresa e imagen de marca. 

  • Pérdida de datos e información sensible y confidencial.

  • Riesgos para la seguridad física de los trabajadores y sus usuarios. 

  • Grandes pérdidas económicas. 

  • Pérdida de competitividad. 

¿A qué tipos de ciberataques se enfrenta la industria 4.0? 

A continuación vamos a hablar de algunas de las amenazas por las cuales es imprescindible implementar soluciones de ciberseguridad en la industria 4.0. 

Malware (sobre todo Ransomware)

Cuando hablamos de malware nos referimos a cualquier tipo de software diseñado específicamente para dañar, alterar o acceder a la infraestructura informática de una empresa sin autorización para robar datos e información. 

Existen diferentes tipos de malware: 

  • Virus: Programas de software que se replican y se propagan a través de archivos y sistemas informáticos.

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  • Gusanos: Éstos se suelen utilizar para distribuir malware y pueden causar daños graves al sobrecargar las redes y sistemas.

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  • Troyanos: Los troyanos suelen ser programas de software disfrazados de software legítimo, pero que en realidad contienen código malicioso. Éstos permiten a los ciberdelincuentes acceder al sistema para controlarlo remotamente. De esta manera, pueden robar información o ejecutar nuevo malware que puede propagarse por otros dispositivos.

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  • Ransomware: Este es el tipo de malware más común entre empresas. Consiste en bloquear a la empresa el acceso a su propia información, con el fin de pagar un rescate económico por su recuperación. Si la empresa no accede a dicho chantaje, el ciberdelincuente amenaza en hacer pública dicha información.

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  • Spyware: Software desarrollado para recopilar información sobre las actividades de un usuario sin que éste sea consciente de ello. Éste registra las teclas pulsadas del teclado, captura información del inicio de sesión, monitorea la actividad del navegador, etc.

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  • Adware: Software que muestra anuncios no deseados o pop-ups en un sistema infectado.  

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  • Botnets: Los botnets se utilizan comúnmente para lanzar ataques de denegación de servicio (DDoS), enviar spam o realizar actividades ilegales en línea.

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Ataques de denegación de servicio (DDoS)

Los ataques de denegación de servicio (DDoS) son aquellos que tienen como objetivo sobrecargar los recursos y hacer que el servicio sea inaccesible para los usuarios legítimos. 

Algunos tipos de ataques DDoS: 

  • Ataques de inundación de tráfico: consiste en el envío masivo de paquetes de datos a la red objetivo, sobrecargando su ancho de banda y consumiendo recursos del sistema.

  • Ataques de amplificación: estos ataques explotan vulnerabilidades en los servicios de red para amplificar el tráfico dirigido al usuario objetivo. Por ejemplo, en un ataque de amplificación de DNS, el ciberdelincuente envía solicitudes de consulta falsas a servidores DNS mal configurados, que responden con respuestas mucho más grandes a la dirección del usuario, amplificando así el tráfico.

  • Ataques de agotamiento de recursos: en este tipo de ataques, los atacantes apuntan a agotar los recursos del sistema objetivo, como la CPU, la memoria o los recursos de red, haciendo que los servicios sean inaccesibles para los usuarios legítimos.

  • Ataques de capa de aplicación: estos ataques se dirigen a vulnerabilidades específicas en aplicaciones web o servicios de aplicaciones para llenarlos con solicitudes legítimas pero maliciosas. 

Ingeniería social 

Se trata de una táctica de manipulación y persuasión por parte de los ciberdelincuentes para obtener información confidencial, sensible o personal por parte de los usuarios. 

Algunos ejemplos:

  • Phishing: se trata de enviar correos electrónicos, normalmente suplantando la identidad de una empresa o persona, con el objetivo que el usuario clique en un enlace malicioso o se descargue un archivo que, al abrirlo, ejecute malware en el sistema. De esta manera, infiltrarse en la infraestructura informática de la empresa

  • Pretexting: en este caso, los ciberdelincuentes se inventan una historia o crean un pretexto para engañar a las víctimas y obtener información confidencial.

  • Pharming: su objetivo es redirigir el tráfico de internet de los usuarios hacia sitios web maliciosos sin su consentimiento y totalmente ajenos a lo que sucede.

  • Ingeniería social en redes sociales: los ciberdelincuentes pueden utilizar información pública disponible en las redes sociales para construir perfiles falsos y diseñar ataques de ingeniería social personalizados. 

Ataques a la cadena de suministro

Este tipo de ciberataque va dirigido a las empresas a través de sus proveedores o socios comerciales. Por eso, en vez de atacar a la empresa objetivo, lo que hacen es infiltrarse en la cadena de suministro para comprometer a las organizaciones a las que están conectadas. 

Algunos ejemplos de ataques que pueden sufrir las cadenas de suministro: 

  • Software comprometido: los ciberdelincuentes pueden infiltrarse en los sistemas de un proveedor de software y comprometer sus productos antes de que se distribuyan a los clientes.

  • Ataques a proveedores de servicios en la nube: los ciberdelincuentes pueden dirigirse a estos proveedores de servicios en la nube para comprometer los datos y sistemas de múltiples clientes.

  • Ataques a proveedores de hardware: los ataques a proveedores de hardware pueden involucrar la inserción de dispositivos maliciosos en equipos de red, servidores u otros dispositivos de hardware antes de que se entreguen a los clientes.

  • Compromiso de terceros: los ciberdelincuentes pueden comprometer a terceros, como por ejemplo, proveedores, distribuidores o socios comerciales, que tienen acceso a los sistemas de la empresa que quieren ciberatacar. Una vez lo consiguen, estos terceros comprometidos, pueden servir como puntos de entrada para lanzar ataques contra la empresa que querían atacar.

Ataques a sistemas de control industrial (ICS)

Los sistemas de control industrial (ICS) son componentes críticos en entornos como plantas de energía, fábricas, sistemas de transporte, infraestructura de servicios públicos, así como otros tipos de entornos industriales. Estos sistemas supervisan y controlan procesos físicos y operaciones automatizadas, lo que los hace especialmente vulnerables a los ciberataques.

Algunos ejemplos: 

  • Inyección de código malicioso: los ciberdelincuentes pueden infiltrarse en sistemas de control industrial mediante la inyección de código malicioso, como virus, gusanos o troyanos, que pueden interrumpir o manipular las operaciones del sistema.

  • Ataques de denegación de servicio (DDoS) y degradación de servicio: Los atacantes pueden intentar abrumar o agotar los recursos de un sistema de control industrial mediante ataques de denegación de servicio, lo que puede resultar en la interrupción de las operaciones o en la degradación del rendimiento del sistema.

  • Manipulación de datos: los ciberdelincuentes pueden manipular los datos transmitidos entre los dispositivos de un sistema de control industrial, lo que puede suponer una alteración de procesos, la falsificación de datos o la toma de decisiones erróneas basadas en información comprometida.

  • Acceso no autorizado: los ciberdelincuentes pueden intentar obtener acceso no autorizado a sistemas de control industrial mediante la explotación de vulnerabilidades de seguridad, el robo de contraseñas o el aprovechamiento de debilidades en la configuración del sistema.

  • Ataques dirigidos: algunos ataques a sistemas de control industrial son altamente dirigidos y están diseñados para causar daño específico a infraestructuras críticas. Estos ataques pueden llevarse a cabo por actores estatales, grupos de ciberdelincuentes avanzados o adversarios con motivaciones políticas o económicas.

    Inyección de código

    La inyección de código hace referencia a una técnica mediante la cual un atacante inserta código malicioso en un programa o sistema para ejecutar acciones no autorizadas. Este tipo de ataque puede ser utilizado para explotar vulnerabilidades en aplicaciones web, base de datos o sistemas operativos. 

    La inyección de código puede llevarse a cabo de diversas formas, como la inyección de SQL, la inyección de código JavaScript o la inyección de código de shell, entre otras. Una vez que el código malicioso ha sido insertado con éxito, puede permitir al atacante tomar el control del sistema, robar datos sensibles, modificar o eliminar información, o realizar otras acciones dañinas

    Ciberseguridad industrial: ¿cómo protegerte?

    Para prevenir ciberataques en el sector industrial, es imprescindible contar con soluciones de ciberseguridad como: 

     

    Además, recomendamos que cuentes con un especialista en ciberseguridad, de esta manera, auditará cómo está tu sistema, a qué vulnerabilidades se enfrenta, cuáles son sus brechas de seguridad para crear una estrategia de seguridad informática a medida para tu empresa.